Los cheques son documentos que permiten realizar pagos y cobros sin manipular dinero físico y así evitar riesgos. De todos modos, se debe ser muy cuidadoso a la hora de completar los datos necesarios en cada cheque para impedir que sea cancelado.
La información que el emisor proporciona en el cheque debe estar verificada y no debe contener ningún, ni por más mínimo, error. Se debe indicar correctamente los datos de la entidad bancaria en la que se cobrará el cheque, el importe expresado tanto en números como en letras, el nombre de la persona física o jurídica que se hará acreedora del mismo, el lugar y fecha y la firma del emisor.
Si se presentaran errores al completar los datos en un cheque, no es necesario cancelarlo ya que existen ciertas soluciones para corregirlo, dependiendo el error.
Si el error es porque la fecha fue mal detallada o por falta de ortografía, se deberá escribir en el dorso la aclaración de esta forma: “digo…”, seguido del dato que se quiere corregir y agregando la firma debajo. Un ejemplo sería, si escribimos “10 de Junio” queriendo decir Julio pero lo arreglamos arriba con tinta, será necesario agregar en el dorso del cheque la leyenda “digo 10 de Julio” para evitar confusiones. No hay que olvidar que la firma del emisor sí o sí debe estar debajo autorizando ese cambio.
Por otro lado, recomendamos ser sumamente cautelosos a la hora de llenar todos los espacios del cheque y prestar atención a que el monto escrito en letras sea el mismo al expresado en números ya que este es un error que no se puede solucionar. Si existe diferencia entre ellos, el banco podrá elegir no pagar el monto y cancelar el cheque o pagar el monto que esté señalado en letras, no en números. Es decir, si los números dicen $30.000 pero la parte escrita indica “veinte mil pesos”, el banco está habilitado a pagar sólo los 20 mil pesos.
Además, es necesario endosar de manera correcta el cheque. Es decir, si se realizan más de un endoso, las firmas deberán estar continuadas y no desperdigadas por el cheque. De esta manera contribuiremos al correcto orden y no tendremos problemas de endoso.
Se debe tener en cuenta que los cheques regulares se endosan sólo una vez mientras que los de pago diferido se pueden endosar hasta dos veces.
Es recomendable tener en nuestro hogar u oficina comprobantes de los cheques que emitimos y los que se anularon. De esta manera contribuiremos al orden y control necesario a la hora de portar cheques.